Mudanza
Tenía previsto escribir sobre la consistencia con la que había enviado este newsletter cada quince días desde julio. Después se me cruzó una mudanza y rompí la tendencia. Qué paradoja.
Es fácil acostumbrarse a estar del lado de la sombra
Estaba aferrada a la que fue mi casa por cuatro años. En ese apartamento cumplí treinta, viví la pandemia, la muerte de mi abuela paterna, dos temblores y tres cambios de trabajo. Ahí diseñé y reinventé dos proyectos creativos —diría incluso que toda mi vida profesional—, leí unos cuarenta libros, escribí mi primera colección de cuentos, organicé mis primeros talleres y fui anfitriona de tres grandes fiestas.
Ese apartamento fue cómplice del camino vocacional que decidí repavimentar desde que mi trabajo se volvió un motivo por el cual ir a terapia. Siempre le estaré agradecida por eso. Pero es verdad que no le entraba el sol y las plantas se morían de frío. Como nunca había depurado ni un solo cajón en el tiempo que lo habité, me parecía más cómodo seguir en la sombra que empacar y desempacar cachivaches. Porque las viviendas tienen esa facultad: la de albergar más basura que cosas vitales. Circular objetos me venía bien, pero estaba demasiado cansada para moverlos. A la larga dejé que otros factores me obligaran a tomar la decisión en dos días, sin preámbulos para procesar la novedad.
Las notas del jardín infantil
Mientras empacaba encontré mis reportes del jardín infantil: Párvulos, Pre-kínder, Kínder y Transición. Todas tenían dos observaciones en común:
- Paola no hace las actividades en el tiempo estipulado durante la clase. Debe trabajar en su velocidad para que no se lleve tareas a la casa.
- Paola es temerosa a la hora de hacer pruebas físicas. Debe trabajar en la seguridad de sus movimientos.
Vaya. Si uno quiere entender al adulto que es, sin juicio ni expectativa de ser alguien más, debe remitirse a las notas del jardín infantil.
La teoría en el bolsillo
Mientras empacaba encontré todos mis cuadernos de la universidad. Los había conservado por si alguna vez necesitaba validación, como si uno anduviera por el mundo laboral con la teoría y los conceptos en el bolsillo. Diez años después de graduarme, en una madrugada rodeada de cartón y trozos de cinta pegante, rompí una pila de hojas, exámenes y syllabus. Lloré por la ruptura que ese blindaje suponía, por la nostalgia de soltar una identidad que ya es ajena. Pero boté la bolsa con la convicción de quien sabe que el contenido pertenece a una vida anterior. Y solo se puede vivir, con ligereza, una vida a la vez.
Cambios que no sabía que necesitaba
- El nuevo apartamento es un prisma pequeño a una cuadra del anterior, pero más bonito y luminoso.
- Aunque me he despojado de muchas pertenencias —porque puedo vivir con la mitad de lo que tengo—, sigo batallando con el almacenamiento en mi nuevo lugar.
- Aquí las mañanas son fresquitas, como me gustan. Entra un destello impresionante del sol de la tarde; la tierra de las plantas se seca cada tercer día y las flores piden cambio con más frecuencia.
- Es el último piso del edificio. El techo se calienta tanto que ya no duermo ni con medias ni con saco.
- Hablando de la calle en la que queda mi nuevo apartamento, es importante decir que a mitad de cuadra hay una casa impenetrable que interrumpe el patrón estético. Tiene una cerca viva y espesa que cada vez que llueve perfuma el andén con olor a pino.
A excepción de tres cajas que no puedo vaciar hasta que compre un mueblecito, ya está todo en su lugar.
Novedades
Escribir el 2023: te invito a registrar tu año.
El programa Escribir el 2023 es una oportunidad para revisar, con perspectiva, los eventos de tu año. Recopilar esos recuerdos te permitirá acumular insumos para tu escritura o transitar un ejercicio introspectivo.
¿En qué consiste?
Durante quince días te enviaré, vía correo electrónico, una consigna diaria de escritura creativa a propósito del año que termina. La idea es que la explores, la interiorices y escribas al respecto.
*Importante: este servicio no incluye retroalimentación de los textos, pues pretende ser una indagación íntima.
Información general:
-Fechas: del 1 al 15 de diciembre
-Horarios: los correos electrónicos se envían cada día a las 7am (hora de Colombia).
-Precio: COP $40.000 | USD $9 (si estás fuera de Colombia)
Inscríbete en este enlace o escríbeme al correo letraylibros@paola-mendez.com.
Si prefieres pagar vía PayPal (solo usuarios fuera de Colombia), hazlo a través de este enlace.
Escribo
Aquí encuentran mi más reciente entrada de blog en el diario El Tiempo: palabras sobre el libro No es un río, de Selva Almada.
Gracias por ser parte de este camino. Sigo tomando apuntes.
Un abrazo.