And all the roads we have to walk are winding
And all the lights that lead us there are blinding
There are many things that I would like to say to you, but I don't know how
Cosas que pensé en El Parque mientras olía a jazmín, un señor hacía burbujas de jabón, tres chicos buscaban sin éxito un anillo entre la vegetación, y un cantante dejaba la voz en Wonderwall, Santa Lucía y Sweet Caroline.
- Me apetece ser una eterna estudiante internacional. Ese deseo es una bestia prehistórica dormida —o que se hace la dormida—, que cada tanto me refunda.
- La felicidad pone el foco sobre las heridas que no sabía que tenía.
- Ahora reconozco la versión competitiva de mi fuego ariano. Resulta que no era un impulso irracional o ganas de contradecir, sino una contienda nunca antes vivida.
- El desapego es sobrehumano. No estoy interesada en una hazaña de naturaleza ajena.
- A veces enrarezco, como ejemplo de autosabotaje, el lugar que ocupo en las relaciones. Me ubico en un área gris, practico deportes extremos y luego me arrepiento.
- Abrí el melón sobre la posibilidad real de vivir en un país de otro continente.
- Sé que alguien tiene buen gusto cuando está enamorado de una ciudad a la que luego me quiero mudar.
- Quiero ser más independiente profesionalmente de lo que estoy dispuesta a reconocer. De vez en cuando me confunden mis circunstancias laborales.
- Si la primera línea del metro de Bogotá fuera subterránea, ya estaríamos encontrando verdades históricas como resultado de las excavaciones para su construcción. Aquí preferimos la superficie.
- No confío en los andamios de fachada. Cada vez que los atravieso por debajo tengo pensar en caminar rápido para solapar las ideas catastróficas.
- La evolución se opone a la coherencia irrestricta, a la experiencia humana en sí, tan errática como plástica. La evolución es comprender lo inevitable de la mortalidad. La coherencia es una condición transitoria y selectiva.
- Las caminatas más privilegiadas —y anestésicas— son las que incluyen relatos históricos. Que hasta aquí llegaba la muralla, que aquí mataron a fulano, que el armisticio se selló en tal balcón. Me deslumbra la coexistencia de las ruinas milenarias con los domiciliarios en bicicleta.
- Aún tengo el mismo sueño Erasmus de los libros de idiomas que conservo del colegio y la universidad, pero le agregué la estética de los chalecos boho que tanto me gustan.








A menudo me recuerdas a alguien
Tu sonrisa la imagino sin miedo
Novedades en mi biblioteca
Nada se opone a la noche, de Delphine de Vigan, y El ministerio del dolor, de Dubravka Ugrešić.


Good times never seemed so good
I've been inclined
To believe they never would
Collage
Esta es mi más reciente pieza. Recuerda que puedes pedir un print o un diseño personalizado en hola@paola-mendez.com
Gracias por ser parte de este camino. Sigo tomando apuntes.
Un abrazo.